¡Hola a tod@s! Dejadme que mi hueco esta semana en vuestras pantallas esté dedicado a un complemento que es más bien una protección frente a los temidos rayos de sol. Y es que las gafas de sol, por mucho que nos gusten, nos encanten, resalten nuestras facciones o nuestra personalidad también ayudan a que no nos veamos privados de poder seguir mirando escaparates a lo Audrey Hepburn en Desayuno con Diamentes.
Dicen que cada cara se hace a una montura. ¡Que le den a esa idea! Por muy ridícula que sea una montura, si te gusta, adelante (excepto el caso de esas gafas persiana de forma de corazón o las gafas de Pepe Gafe - ¡Qué mala suerrrrrrte!). Y en esta entrada voy a hacer un repaso por las monturas de sol más icónicas de la historia.
1956. La Ray-Ban Wayfarer llega al mundo para hacer que todo lo veamos en perpendicular. Y es que este modelo puede lucir con orgullo que han sido llevadas por Marilyn Monroe o Andy Warhol. Y es que de negro va la gente elegante ¿Por qué no también tus ojos? El siglo XXI nos ha traído diferentes reinterpretaciones (colores, estampados, tamaños), y puede considerarse como uno de los modelos más imitados por muchas marcas. Pero la Wayfarer es propiedad de Ray-Ban. Yo las tengo, pero con cristales blancos, y os puedo garantizar que a comodidad no les gana nadie. El modelo de sol que más me ha gustado es una que lleva impreso por dentro de las patillas el mapa del metro de Nueva York. Alucinantes.
Pasemos a otro modelo, también de Ray-Ban y aún más clásico que las Wayfarer. Y es que las Aviator datan de... ¡1933! Y fueron encargadas por el propio Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos. La sencillez y fragilidad (no sería la primera que he visto con las patillas partidas) de esta gafa solo hace que se me pase una idea por la mente: ponerme la chupa de cuero (que precisamente la que tengo es estilo aviador) y salir a pasear en moto (porque Licencia de Piloto no tengo, aunque moto tampoco).
Y ahora voy a pasar a hablar dos modelos que también forman parte de mi vida, las que tengo y unas de las que llevo años (sí, no exagero, años) enamorado. Tengo unas Carrera. Quitémosle el apelativo de "modelo cani" porque en absoluto. Siempre he sido partidario de que la gafa de sol te tiene que tapar desde la ceja hasta por debajo de las ojeras (para ir decente por la calle después de una noche de fiesta). Y las el modelo básico de Carrera en negro fue mi elección. Garantizo su resistencia porque yo las he pisado y nada (a excepción de que se dobló la patilla, nada que no se pudiera arreglar en la óptica).
Y ahora un momento doloroso. Porque después de años, ahora que es cuando soy autosuficiente, soy incapaz de encontrarlas en ninguna óptica (porque no me fío de comprarlas por internet). Unas gafas de sol de Prada negras, de cristal modo pantalla. Recuerdo que fue por el año 2007, que se pusieron de moda estas gafas y era raro el día que no te encontrabas a alguien con este modelo de gafas. Pero claro, mientras todos abusaban de Dior (que parecía el único fabricante), yo prefería Prada (porque El Diablo además de vestirse también tendrá que ver):
Pues nada, Ángeles. Aquí queda esta colaboración de comienzo de semana. ¡Sed felices! (y si estáis estudiando, como yo, ¡ánimo con el último tirón!)
Yo tengo las Ray Ban aviador y la verdad es que estoy encantada. Fue un antojo repentino de hace dos años y cayeron para mi cumpleaños. Por suerte, aunque esta algo doblada, las patillas no están rotas de momento XD Creo que Top Gun influyó mucho en poner de moda esas gafas.
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